Esta línea de trabajo le viene a modo de invitación, luego la asume y se la queda como práctica habitual. De las pegatinas le interesa la calidad de obsequio que cobran. De hecho, las suele usar para acompañar los dibujos que vende, o para regalar a amigos y familiares. Con su pequeño tamaño, nos habla de un arte de bolsillo. La pegatina posibilita el bombardear la ciudad, pegándola en cualquier lugar público o en objetos propios que al final cobran un cierto grado de exposición, como lo son las agendas o las libretas. Así establece otro tipo de comunicación con una audiencia más amplia y directa.
Esta línea de trabajo le viene a modo de invitación, luego la asume y se la queda como práctica habitual. De las pegatinas le interesa la calidad de obsequio que cobran. De hecho, las suele usar para acompañar los dibujos que vende, o para regalar a amigos y familiares. Con su pequeño tamaño, nos habla de un arte de bolsillo. La pegatina posibilita el bombardear la ciudad, pegándola en cualquier lugar público o en objetos propios que al final cobran un cierto grado de exposición, como lo son las agendas o las libretas. Así establece otro tipo de comunicación con una audiencia más amplia y directa.




