En esta serie aborda masculinidades alternativas, como espacio donde, como persona altamente sensible, poder cuestionar modelos y estereotipos. ¿Por qué los hombres huyen del sentimentalismo? En contra de una visión de fortaleza heroica, Fiore presenta hombres sumidos en la fragilidad, el quiebre y el llanto, rompiéndose en cientos de pedazos, como si la piel fuese una fina armadura que pese a su gran resistencia resulta sencillo quebrar, como cáscara de huevo. El huevo no sólo hace referencia al testículo, sino a la protección de toda vida interior. Sin embargo, en sus figuras se revela un interior desolado por un gran vacío. Usa la acuarela, como técnica menor de la pintura, relegada al boceto preparatorio. Si la acuarela apenas aparece en los grandes museos, ell+ siente una gran afinidad en este rechazo. La incorpora de forma autodidacta, aprovechando la dificultad y el error para generar imágenes suaves, delicadas, etéreas, que potencian su discurso. Esta agua llena de color le permite trabajar con gran riqueza, produciendo unas machas que se resisten al control y se entregan a la aleatoriedad. Es más, potencia esta sensación transparente y acuosa tan próxima al llanto, como si dibujase, metafóricamente, con sus propias lágrimas. El azul grisáceo es el color con el que construye todo su imaginario, un tono frío y distante que habla de desconsuelo, abatimiento y tristeza. En estos cuerpos masculinos es habitual que emerjan flores, como lugar donde aún queda espacio para la esperanza, el color y la belleza.
En esta serie aborda masculinidades alternativas, como espacio donde, como persona altamente sensible, poder cuestionar modelos y estereotipos. ¿Por qué los hombres huyen del sentimentalismo? En contra de una visión de fortaleza heroica, Fiore presenta hombres sumidos en la fragilidad, el quiebre y el llanto, rompiéndose en cientos de pedazos, como si la piel fuese una fina armadura que pese a su gran resistencia resulta sencillo quebrar, como cáscara de huevo. El huevo no sólo hace referencia al testículo, sino a la protección de toda vida interior. Sin embargo, en sus figuras se revela un interior desolado por un gran vacío. Usa la acuarela, como técnica menor de la pintura, relegada al boceto preparatorio. Si la acuarela apenas aparece en los grandes museos, ell+ siente una gran afinidad en este rechazo. La incorpora de forma autodidacta, aprovechando la dificultad y el error para generar imágenes suaves, delicadas, etéreas, que potencian su discurso. Esta agua llena de color le permite trabajar con gran riqueza, produciendo unas machas que se resisten al control y se entregan a la aleatoriedad. Es más, potencia esta sensación transparente y acuosa tan próxima al llanto, como si dibujase, metafóricamente, con sus propias lágrimas. El azul grisáceo es el color con el que construye todo su imaginario, un tono frío y distante que habla de desconsuelo, abatimiento y tristeza. En estos cuerpos masculinos es habitual que emerjan flores, como lugar donde aún queda espacio para la esperanza, el color y la belleza.



