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El rumor

2018

2018

La instalación parte de una fotografía personal de infancia, en la que aparece él mismo con una pose amanerada. Durante años, esa fotografía supuso un conflicto interno de autorreconocimiento y aceptación, rechazando y huyendo de lo que una instantánea había capturado. Esa confrontación de uno mismo cuando aún no es capaz de aceptarse, por saber que no será aceptado por los demás, deja una huella dolorosa. Le marca la necesidad de mirar atrás, ya que el pasado define el presente. Ahora, en un ejercicio contrario, en el que exorciza la imagen del pasado, convierte esa fotografía en un luminoso publicitario como gesto de empoderamiento y afirmación próximo al lenguaje publicitario de lo que se legitima y valida. Lo íntimo se exhibe y sobredimensiona con una convicción contestataria que aspira a desprenderse de las convenciones y revindicar con orgullo su condición marica. Junto a esta imagen presenta una columna de postales que reproducen la misma fotografía, junto a otra del mismo carácter, unas 1975 veces, haciendo referencia al año en el que nace. Sobre el lateral de la columna, en letras doradas escribe la palabra MARICÓN. Al igual que las pilas fotográficas de Felix Gonzalez-Torres, estos cuerpos también irán desapareciendo durante la exposición, disgregándose como un rumor, el mismo rumor que se extiende en su juventud.


La instalación parte de una fotografía personal de infancia, en la que aparece él mismo con una pose amanerada. Durante años, esa fotografía supuso un conflicto interno de autorreconocimiento y aceptación, rechazando y huyendo de lo que una instantánea había capturado. Esa confrontación de uno mismo cuando aún no es capaz de aceptarse, por saber que no será aceptado por los demás, deja una huella dolorosa. Le marca la necesidad de mirar atrás, ya que el pasado define el presente. Ahora, en un ejercicio contrario, en el que exorciza la imagen del pasado, convierte esa fotografía en un luminoso publicitario como gesto de empoderamiento y afirmación próximo al lenguaje publicitario de lo que se legitima y valida. Lo íntimo se exhibe y sobredimensiona con una convicción contestataria que aspira a desprenderse de las convenciones y revindicar con orgullo su condición marica. Junto a esta imagen presenta una columna de postales que reproducen la misma fotografía, junto a otra del mismo carácter, unas 1975 veces, haciendo referencia al año en el que nace. Sobre el lateral de la columna, en letras doradas escribe la palabra MARICÓN. Al igual que las pilas fotográficas de Felix Gonzalez-Torres, estos cuerpos también irán desapareciendo durante la exposición, disgregándose como un rumor, el mismo rumor que se extiende en su juventud.


El rumor
2018
Instalación, imagen en rótulo luminoso publicitario y 1975 folletos publicitarios estampados en dorado sobre peana de madera lacada, medidas variables.
Archivo Queer de Artistas Visuales. València, 1975-2024.
joaquín artime