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Millenialismo

2017

2017

En su primera etapa, Fran Munyoz trabaja combinando el dibujo con planos de color en un collage en el que se presenta a una figura humana inmersa en un universo de ensoñación fantástica. Con esta serie logra una gran repercusión en redes sociales, convirtiéndose en un "artista de Instagram". Sin embargo, esta hipervisibilización le provoca ansiedad, agotado de vivir bajo la presión constante de subir nuevo contenido, cansado de la necesidad de alcanzar likes.

Al desarrollar una aversión visceral hacia Instagram, tanto por lo que ofrece como por lo que simboliza, decide canalizar este desencanto y plasmarlo al óleo sobre cartulina. En uno de sus primeros lienzos anota, una y otra vez, "Fran Munyoz is over", anunciando la muerte de su anterior yo artístico. En esta nueva etapa se entrega a la experimentación del medio, bebiendo del arte pop y del expresionismo para explorar sus vínculos con las redes sociales. Al leer al filósofo francés Gilles Lipovetsky, le resuenan sus ideas sobre el consumismo y el vacío que produce el narcisismo apático de unos sujetos enajenados en su propia individualidad arrojada a la pantalla. Sus obras capturan los procesos casi ritualistas de un ocio efímero, superficial e instantáneo, donde, visualmente, se derrama una apariencia de éxito capaz de acumular adept+s.

Munyoz retrata influencers en un estado de lamento y decepción, como vírgenes dolorosas atravesadas por la angustia y el desconsuelo. Figuras que permanecen en soledad, sin futuro ni providencia. Sus escenas se tiñen de rosa y melancolía. Varios ojos observan, desde sus órbitas independientes, los likes en negativo que obtienen una cabeza sin cuerpo o unas flores condenadas a marchitarse en un vaso. Las superficies se impregnan de texto con una reiteración obsesiva que subraya un mensaje desolador: "loser", "unflow", "the real influencer", "no foturne", "hate", "you are nothing special".

Aunque pintadas por separados, las 12 cartulinas conforman una única imagen, un gran collage que evoca el muro de Instagram.


En su primera etapa, Fran Munyoz trabaja combinando el dibujo con planos de color en un collage en el que se presenta a una figura humana inmersa en un universo de ensoñación fantástica. Con esta serie logra una gran repercusión en redes sociales, convirtiéndose en un "artista de Instagram". Sin embargo, esta hipervisibilización le provoca ansiedad, agotado de vivir bajo la presión constante de subir nuevo contenido, cansado de la necesidad de alcanzar likes.

Al desarrollar una aversión visceral hacia Instagram, tanto por lo que ofrece como por lo que simboliza, decide canalizar este desencanto y plasmarlo al óleo sobre cartulina. En uno de sus primeros lienzos anota, una y otra vez, "Fran Munyoz is over", anunciando la muerte de su anterior yo artístico. En esta nueva etapa se entrega a la experimentación del medio, bebiendo del arte pop y del expresionismo para explorar sus vínculos con las redes sociales. Al leer al filósofo francés Gilles Lipovetsky, le resuenan sus ideas sobre el consumismo y el vacío que produce el narcisismo apático de unos sujetos enajenados en su propia individualidad arrojada a la pantalla. Sus obras capturan los procesos casi ritualistas de un ocio efímero, superficial e instantáneo, donde, visualmente, se derrama una apariencia de éxito capaz de acumular adept+s.

Munyoz retrata influencers en un estado de lamento y decepción, como vírgenes dolorosas atravesadas por la angustia y el desconsuelo. Figuras que permanecen en soledad, sin futuro ni providencia. Sus escenas se tiñen de rosa y melancolía. Varios ojos observan, desde sus órbitas independientes, los likes en negativo que obtienen una cabeza sin cuerpo o unas flores condenadas a marchitarse en un vaso. Las superficies se impregnan de texto con una reiteración obsesiva que subraya un mensaje desolador: "loser", "unflow", "the real influencer", "no foturne", "hate", "you are nothing special".

Aunque pintadas por separados, las 12 cartulinas conforman una única imagen, un gran collage que evoca el muro de Instagram.


Millenialismo
2017
Políptico, técnica mixta sobre cartulina, 240x200 cm, 70x50 cm c/u.
Archivo Queer de Artistas Visuales. València, 1975-2024.
joaquín artime