De la pared de una habitación emergen, como quistes, los cuerpos apelotonados de cables viejos, dañados, podridos. Han perdido su blancura y ahora muestran sus tripas, aquello que a priori deben guardar con celo bajo una cobertura profiláctica. Disgregados por el espacio, se presentan como tumores sin comunicación. Con todo ello, Martínez Oliva hace referencia a la pandemia del sida, al sarcoma de Kaposi y a todos los cuerpos que, a causa del VIH-sida, progresivamente, se descomponen de una manera trágica e irremediable.
Esta instalación se presenta en la Sala de Exposiciones del Rectorado de la Universidat Politècnica de València para mostrar los ganadores del concurso Los Espacios del Arte, organizado por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos.
De la pared de una habitación emergen, como quistes, los cuerpos apelotonados de cables viejos, dañados, podridos. Han perdido su blancura y ahora muestran sus tripas, aquello que a priori deben guardar con celo bajo una cobertura profiláctica. Disgregados por el espacio, se presentan como tumores sin comunicación. Con todo ello, Martínez Oliva hace referencia a la pandemia del sida, al sarcoma de Kaposi y a todos los cuerpos que, a causa del VIH-sida, progresivamente, se descomponen de una manera trágica e irremediable.
Esta instalación se presenta en la Sala de Exposiciones del Rectorado de la Universidat Politècnica de València para mostrar los ganadores del concurso Los Espacios del Arte, organizado por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos.


