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S.t.

1997

1997

Esta fotografía presenta un torso sin rostro, expone el cuerpo anulando el sujeto. Sobre su piel vemos un montón de anos. Los porqués viajan entre la dermatología y la venereología. Estos anos diseminados por la piel pueden ser entendidos como pústula, o sarcoma de Kaposi. La piel pública, que se enseña sin tapujos al exterior, de pronto se tiñe de máculas que han de permanecer en el terreno de lo privado. El culo, así abierto y multiplicado, se exhibe sin tapujos ante cualquier especulación. Con esta imagen, Martínez Oliva hace alusión directa a la crisis del sida y a los efectos que tuvo sobre los cuerpos de l+s afectad+s, cuerpos que se percibieron como una amenaza.

La pieza también puede tener una lectura más positiva, y representar un cuerpo abierto, con la superficie erogenizada, un cuerpo permeable al placer. Sin embargo, los estándares heteronormativos corporales nos dicen que el cuerpo masculino ha de ser una coraza, dura, cerrada e impermeable (especialmente el torso), de ahí que la imagen resulte subversiva y abyecta. Más aún cuando el orificio de apertura es el ano, órgano tabú para la masculinidad normativa.

 

Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (Ed.) (1998). Jesús Martínez Oliva. Sujecciones. Valencia, España: Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, p. 111.


Esta fotografía presenta un torso sin rostro, expone el cuerpo anulando el sujeto. Sobre su piel vemos un montón de anos. Los porqués viajan entre la dermatología y la venereología. Estos anos diseminados por la piel pueden ser entendidos como pústula, o sarcoma de Kaposi. La piel pública, que se enseña sin tapujos al exterior, de pronto se tiñe de máculas que han de permanecer en el terreno de lo privado. El culo, así abierto y multiplicado, se exhibe sin tapujos ante cualquier especulación. Con esta imagen, Martínez Oliva hace alusión directa a la crisis del sida y a los efectos que tuvo sobre los cuerpos de l+s afectad+s, cuerpos que se percibieron como una amenaza.

La pieza también puede tener una lectura más positiva, y representar un cuerpo abierto, con la superficie erogenizada, un cuerpo permeable al placer. Sin embargo, los estándares heteronormativos corporales nos dicen que el cuerpo masculino ha de ser una coraza, dura, cerrada e impermeable (especialmente el torso), de ahí que la imagen resulte subversiva y abyecta. Más aún cuando el orificio de apertura es el ano, órgano tabú para la masculinidad normativa.

 

Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (Ed.) (1998). Jesús Martínez Oliva. Sujecciones. Valencia, España: Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, p. 111.


S.t.
1997
Fotografía, 75x100 cm.
Archivo Queer de Artistas Visuales. València, 1975-2024.
joaquín artime