De sus paseos por solares, encuentra unos fragmentos de azulejos que contienen motivos florales. En un ejercicio vano, Tinaut parte de esta fractura inicial para casar, buscando la sincronía, dos elementos que en apariencia no encajan. Como si nos dijese que todos necesitamos creer en algo, aunque se fuerce el relato y se distancie de lo que realmente fue al principio. Esta posibilidad de la amante, nos ayuda a reconstruir a partir de la ruptura, y de este modo, generar nuevas narraciones, una posibilidad imposible redibujada sobre cemento, unas flores en las que creer.
De sus paseos por solares, encuentra unos fragmentos de azulejos que contienen motivos florales. En un ejercicio vano, Tinaut parte de esta fractura inicial para casar, buscando la sincronía, dos elementos que en apariencia no encajan. Como si nos dijese que todos necesitamos creer en algo, aunque se fuerce el relato y se distancie de lo que realmente fue al principio. Esta posibilidad de la amante, nos ayuda a reconstruir a partir de la ruptura, y de este modo, generar nuevas narraciones, una posibilidad imposible redibujada sobre cemento, unas flores en las que creer.


