En los créditos de este primer vídeo escuchamos en susurros, como un mantra, "Tacón, rímel, carmín", un statement que introduce el primer tema de esta ópera: la metamorfosis de los individuos en los momentos previos a salir de fiesta. A continuación, aparece el busto desnudo de Munyoz en una caverna roja. Desde los laterales, una serie de brazos enguantados en negro manipulan su cuerpo, le toman medidas y le maquillan, "empolvando to' los males". Este impulso externo, salvaje, con sus larguísimas uñas rojas, se ofrece como una ayuda que transforma su identidad en un nuevo personaje, engalanado con una malla y guantes negros con afiladísimas uñas, también negras. Su rostro se presenta con sombra de ojos oscura y una lágrima roja. Esta nueva apariencia es el escudo que cada un+ se forja para afrontar la vida en sociedad, para salir a la calle con poderío y ganas de comerse el mundo.
Ya montado, Munyoz fuma y juega al Knife Game (juego del cuchillo), moviendo el filo de un puñal con rapidez y ferocidad hasta que se le clava en el dorso de la mano. Al alzarla, un diamante rojo reluce en su palma.
La imagen del vídeo irradia gran fuerza, dominada por violentos rojos y negros, y una tipografía blanca, estilizada y punzante, que corta la pantalla para intensificar ciertos mensajes. Los referentes que Munyoz usa son el mito de la caverna de Platón, Vogue (1990) de Madonna, el imaginario dark de Tim Burton, la leyenda sobre Dora Maar y su primer encuentro con Picasso (Maar juega al Knife Game hasta que sangra), lo camp de la serie B, y los carteles de las películas de Pedro Almodóvar.
Dirección: Pablo Cañellas
Dirección de Arte: Fran Munyoz
Coreografía: Yasmina Sanz
Interpretación: Fran Munyoz
Iluminación y fotografía: Patricia Vargas
Maquillaje: Cynthia Blasco
Peluquería: Estela Vera
Asistente: Rosa García
Efectos especiales: Ramón Lechado
Composición Musical: Pierre Dember
Lettering: Fran Munyoz
Comunicación: Diandra Rico
Poesía: Ramón Lechado y Fran Munyoz
En los créditos de este primer vídeo escuchamos en susurros, como un mantra, "Tacón, rímel, carmín", un statement que introduce el primer tema de esta ópera: la metamorfosis de los individuos en los momentos previos a salir de fiesta. A continuación, aparece el busto desnudo de Munyoz en una caverna roja. Desde los laterales, una serie de brazos enguantados en negro manipulan su cuerpo, le toman medidas y le maquillan, "empolvando to' los males". Este impulso externo, salvaje, con sus larguísimas uñas rojas, se ofrece como una ayuda que transforma su identidad en un nuevo personaje, engalanado con una malla y guantes negros con afiladísimas uñas, también negras. Su rostro se presenta con sombra de ojos oscura y una lágrima roja. Esta nueva apariencia es el escudo que cada un+ se forja para afrontar la vida en sociedad, para salir a la calle con poderío y ganas de comerse el mundo.
Ya montado, Munyoz fuma y juega al Knife Game (juego del cuchillo), moviendo el filo de un puñal con rapidez y ferocidad hasta que se le clava en el dorso de la mano. Al alzarla, un diamante rojo reluce en su palma.
La imagen del vídeo irradia gran fuerza, dominada por violentos rojos y negros, y una tipografía blanca, estilizada y punzante, que corta la pantalla para intensificar ciertos mensajes. Los referentes que Munyoz usa son el mito de la caverna de Platón, Vogue (1990) de Madonna, el imaginario dark de Tim Burton, la leyenda sobre Dora Maar y su primer encuentro con Picasso (Maar juega al Knife Game hasta que sangra), lo camp de la serie B, y los carteles de las películas de Pedro Almodóvar.
Dirección: Pablo Cañellas
Dirección de Arte: Fran Munyoz
Coreografía: Yasmina Sanz
Interpretación: Fran Munyoz
Iluminación y fotografía: Patricia Vargas
Maquillaje: Cynthia Blasco
Peluquería: Estela Vera
Asistente: Rosa García
Efectos especiales: Ramón Lechado
Composición Musical: Pierre Dember
Lettering: Fran Munyoz
Comunicación: Diandra Rico
Poesía: Ramón Lechado y Fran Munyoz

